Desde Rusia: Estamos en contra de la guerra. Y no retrocederemos

ALEJANDRO BÁTOV

Rusia inició una guerra contra Ucrania. Ya conoces los hechos por las noticias.
Ahora, algunos pensamientos.

Esta guerra es injusta y criminal en ambos lados. Esta es una batalla entre dos regímenes antipopulares. El objetivo declarado de la guerra por parte de la Federación Rusa es la mentira y la hipocresía. Durante varios años, las autoridades rusas miraron con indiferencia las muertes diarias de personas en el Donbass. Además, los acuerdos de Minsk impuestos por Moscú solo ataron al Donbás de pies y manos. Básicamente no pudieron resolver el problema. Los residentes de Donbass todos estos años han sido y siguen siendo moneda de cambio en manos del capital ruso y ucraniano.

Nada de lo que ocurra resolverá el problema. Independientemente del resultado de la guerra, la sangre seguirá fluyendo. Incluso en el caso de una "victoria", la Federación Rusa recibirá un territorio eternamente inestable y la amenaza de una guerra aún mayor con Occidente. El problema de Donbass es irresoluble en principio bajo el capitalismo. Recordemos que Donbass, Karabakh, Transnistria, Chechenia y muchos otros conflictos militares son consecuencia de la destrucción del socialismo. Mientras el capital gobierne, el deseo de preservar y aumentar las ganancias siempre empujará a la guerra.

Todas las penurias de la guerra ya se están trasladando a los hombros de los trabajadores. En la Federación Rusa, esto se puede ver, en primer lugar, por la devaluación espasmódica del rublo. La Federación Rusa apuesta por una guerra relámpago, ya que la economía rusa no es capaz de resistir una guerra a largo plazo. Si la lucha se prolonga, el caos económico y social es inevitable. El ejército ruso tampoco es capaz de una guerra larga. La formación de pilotos, petroleros y otros especialistas militares se encuentra en un estado deplorable. La podredumbre y la decadencia están presentes no solo en todo el aparato estatal, sino también en el ejército. Las autoridades rusas pretenden “resolver” los crecientes problemas sociales intensificando las represiones. Si antes se utilizó una epidemia para apretar las tuercas, ahora se ha sumado la guerra. Los propagandistas del Kremlin ya están chillando sobre la necesidad de “lidiar con los bastardos de nuestra casa”. El capital abrirá el frente interno de la guerra.

La  tarea de los comunistas es explicar a todos en cada lugar la esencia de esta guerra. Al mismo tiempo, debe entenderse que mientras los mensajes favorables para la Federación Rusa lleguen desde el frente, no nos escucharán. Nos enfrentaremos a la incomprensión y al rechazo. Pero esto no debería detenernos. Estamos trabajando para el futuro. Tomando una posición antibelicista y considerando lo que está pasando como un crimen de lesa humanidad, no llamamos a la deserción. Un comunista que se encuentra en el ejército debe hacer propaganda entre sus colegas. También debemos prepararnos para la represión. En primer lugar, debemos cuidar la seguridad de la información. Muchos izquierdistas tendrán que pagar el precio de una actitud frívola hacia estos temas.

No flaquearemos en el camino elegido. La verdad está con nosotros.

* Dirigente de la rama de Moscú del partido Frente Rojo.

Fuente: Rabkor.ru




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