ECUADOR: Tensiones y contradicciones luego de la primera vuelta

Francisco Hidalgo Flor


Al momento de escribir este artículo, fines de febrero de 2021, el Consejo Nacional Electoral (CNE) se encuentra procesando de manera parcial la impugnación presentada por el candidato presidencial Yaku Pérez y el partido Pachakutik a los resultados proclamados por el máximo organismo electoral del Ecuador(1).

Días atrás el CNE anunció los resultados oficiales de la primera vuelta electoral realizada el 7 de febrero, señalando los siguientes datos para las presidenciales: Andrés Arauz en primer lugar con el 32,7% de la votación, Guillermo Lasso con el 19,7% y Yaku Pérez con el 19,4%, con lo cual Arauz y Lasso son quienes pasan a la segunda vuelta.

Arauz cuenta con el respaldo político del ex – presidente Rafael Correa, Lasso cuenta con el respaldo de partidos políticos de derecha Creo y Socialcristiano, Pérez cuenta con el respaldo del movimiento indígena ecuatoriano, el mismo que viene sosteniendo una acusación de fraude en el proceso electoral(2).

En un artículo elaborado días atrás (“En segunda vuelta Yaku: una opción indígena ecologista disputa la presidencia de Ecuador”(3) destacamos en la evaluación de los resultados, la derrota política de la derecha, pues sus principales partidos electorales, el Partido Socialcristiano y el movimiento Creo se aliaron para respaldar la candidatura del banquero Guillermo Lasso en su tercer intento por llegar a la presidencia y ese objetivo está muy lejos de ser alcanzado.

Derrota no solo porque el candidato Lasso solo llega el 19,7% , cuando hace cuatro años atrás, en las elecciones presidenciales del 2017, el mismo candidato alcanzaba el 28,1% y la candidata del socialcristianismo llegaba al 16,3%. O sea que a la vuelta de cuatro años han perdido casi la mitad de su electorado.

¡Y qué cuatro años para la derecha (2017 – 2021)!: cuando de derrotados pasaron a ser co – gobernantes apuntalando el retorno neoliberal de la mano del régimen de Lenin Moreno, el cual habiendo llegado a la presidencia con el auspicio del partido correista, rápidamente giró hacia la derecha, hizo suyo el programa de reducción del estado, contra – reforma política, e incluso adoptó como norte el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional suscrito en marzo del 2019.

Pero en su camino por implementar a fondo el retorno neoliberal, se toparon con el levantamiento indígena – popular de octubre de 2019, que detuvo ese avance y desenmascaro al gobierno de Moreno como el régimen de las Cámaras de la Producción y del FMI.

Es posible afirmar que a lo largo de lo que va del siglo XXI la derecha ecuatoriana ha fracasado en su pretensión de alcanzar consensos sociales, más allá de sus reductos en clases medias, alrededor del programa neoliberal. Lo alcanzado en esa ruta ha sido por la vía de la fuerza y atajos palaciegos, como fue la cooptación y control de la administración Moreno.

Punto aparte es el triunfo electoral del candidato auspiciado por el correísmo, no es detalle menor el primer lugar de Andrés Arauz, luego de cuatro años de persecución orquestada por el régimen de Moreno y las constantes trabas para su registro electoral.

Arauz ha logrado afirmar y sostener la base social y política generada alrededor de los diez años de los gobiernos de Correa, demostrando una estructura política sólida, aunque atado al mismo discurso desarrollista y la invocación al caudillo ausente y perseguido.

Para completar el análisis vale la pena colocar los recientes resultados dentro de las evoluciones de las tendencias electorales en primera vuelta en los procesos políticos de los años 2013, 2017 y 2021


Gráfico No. 1: Evoluciones en la fase primera vuelta de las elecciones presidenciales (4).


 

 

 

De esta información destaca la persistencia como primera fuerza política del correísmo a lo largo de la etapa histórica, antes agrupado alrededor de Alianza País, ahora se presenta bajo el registro de Centro Democrático, sin dejar de señalar que presenta una tendencia descendente, mientras en la primera vuelta de las elecciones del 2013 obtuvo el 57,2%, para el 2017 alcanzó el 39,4%, y en este 2021 llega al 32,7%.

En tercer lugar, destaca como muy positivo el importante salto del movimiento político Pachakutik, proveniente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, que pasa de tener un 3,3% de la votación en el 2013, al 6,7% en el 2017 y alcanza el 19,4% en el 2021. 

Señalemos que en las dos ocasiones previas los candidatos provenían de sectores fuera del movimiento indígena, el 2013 fue Alberto Acosta ex – presidente de la Asamblea Constituyente, el 2017 fue Paco Moncayo ex – alcalde de la ciudad de Quito. Mientras que Yaku Pérez es un dirigente indígena, cuya evolución se da dentro de las organizaciones de la Conaie y del propio partido Pachakutik.

Las evoluciones políticas y electorales de Yaku se inscriben dentro de las evoluciones del movimiento indígena en los últimos veinte años.

Yaku Pérez fue el presidente de la regional sierra de la Conaie durante seis años, precisamente mientras Correa era primer mandatario, y antes de candidato presidencial había obtenido la Prefectura de la provincia del Azuay como candidato de Pachakutik.

En consecuencia, con el análisis realizado, esto es la derrota política de la derecha en la primera vuelta electoral en Ecuador y que es altamente probable siga por la misma senda en la segunda vuelta, el eje del debate sobre las perspectivas del proceso político se orienta a la situación y posiciones  que representan Andrés Arauz y el correísmo, por un lado, y Yaku Pérez y el movimiento indígena por otro lado.

Aunque no se puede dejar de mencionar que sectores ultristas de la derecha ecuatoriana pudieran estar barajando una carta de golpe de estado frente a la situación presentada.

En ese caso el eje de la discusión se trasladaría a otro punto: la condena y rechazo al golpismo.

DESARROLLISMO EXTRACTIVISTA FRENTE A PROPUESTA INDÍGENA ECOLOGISTA

En el debate nacional e internacional alrededor de la coyuntura política – electoral del Ecuador hay sectores que lo han desviado hacia un análisis de los individuos que encarnan las posiciones en disputa, pero eso no solo que minimiza la trascendencia del debate, sino que pierde los elementos sustanciales de la discusión.

Desde los momentos fundantes de la etapa histórica 2006 – 2021 se encuentra presente la tensión en unos momentos y de franca contradicción en otros, entre las corrientes desarrollistas - populistas, que han asumido estrategias extractivistas y las propuestas históricas del movimiento indígena: plurinacionalidad, interculturalidad, buen vivir.

Ya en la Asamblea Constituyente en el periodo 2007 – 2008 este debate estuvo candente y se agudizó en los periodos gubernamentales de Correa 2009 – 2013 y 2013 – 2017, implementando leyes y políticas en sentido opuesto al horizonte constituyente.

El desarrollismo populista, del cual Correa ha sido su principal portavoz, adoptó como eje la ideología del progreso y la modernización cuya consigna insignia fue el denominado “cambio de la matriz productiva” sobre la base de la alianza público – privada, así opero la modernización implementada estos años junto con el giro extractivo – minero como la locomotora del proceso. 

Un claro ejemplo de esta contradicción se dio alrededor de la apuesta gubernamental a favor de  la expansión petrolera en la zona de biodiversidad del Yasuní y las concesiones mineras en la región amazónica de las provincias de Morona y Zamora.

Hay que añadir que, a lo largo de sus presidencias, Correa desplego varios intentos por dividir desde adentro a la Conaie y persiguió a dirigentes indígenas, junto a otros luchadores populares.

Precisamente la figura de Yaku Perez cobra protagonismo en la oposición a Correa durante las marchas nacionales contra el extractivismo en los años 2012 y 2015, así como con las iniciativas de consultas populares para frenar la explotación minera en los cantones Girón y Cuenca en la provincia del Azuay, los años 2019 y 2021.

Los resultados electorales que obtiene Pachakutik en la primera vuelta electoral expresan un hecho político clave, la ampliación de los horizontes de adhesión social alrededor del movimiento indígena y sus expresiones públicas, probablemente superando lo estrictamente electoral.

DEVENIRES EN LA SEGUNDA VUELTA

Abocados a un balotaje entre el candidato del desarrollismo, Arauz, y el candidato del retorno neoliberal, es altamente probable un triunfo del primero.

Detalle para resaltar, apenas dados los resultados Arauz voló a Washington para reunirse con delegados del FMI (5) y dar señales a los mercados transnacionales.

Pero el escenario coloca una situación de aguda y multilateral crisis, una de las más graves en la historia nacional: caída del PIB en un – 9%, subempleo y desempleo que cubren el 70% de la población económicamente activa, crisis de salud y un sistema sanitario público reducido.

Y un creciente rechazo nacional al extractivismo minero.*

Notas:

1) https://www.eluniverso.com/noticias/politica/elecciones-cne-acepta-revision-31-actas-pachakutik-not 

2) https://www.semana.com/mundo/articulo/yaku-perez-insiste-en-fraude-y-anuncia-que-no-apoyara-a-lasso-en-segunda-vuelta-electoral-en-ecuador/202148/

3 //www.cetri.be/En-segunda-vuelta-Yaku-una-opcion?lang=fr

4) La base de datos de esta serie corresponde a la información oficial del Consejo Nacional Electoral del Ecuador: https://cne.gob.ec/

5)  https://www.elcomercio.com/actualidad/andres-arauz-reunion-representantes-fmi.html


Francisco Hidalgo Flor es profesor universitario, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central del Ecuador

Publicado por envío directo y exclusivo del autor . FM

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