El pais más destruído por e! capitalismo le muestra al otro la imagen de su propio futuro
El país más destruido por el capitalismo le muestra al otro la imagen de su propio futuro
Chile, un poco de historia.
Hace casi 50 años un proyecto en marcha, único en el mundo, de transición pacífica al socialismo, fue destruido con un baño de sangre. Y sobre esa base de feroz dictadura militar se montó el primer modelo de neoliberalismo diseñado por los Chicago Boys.
Cuando llegaron las "aperturas" fue un modelo de democracia tutelada, cuando el neoliberalismo se agotó, un modelo de izquierda razonable y adaptada al capitalismo. Que nos perdone Marx dar vuelta su famosa frase, él se refirió al país más industrializado cuando el capitalismo estaba en alce, hoy está en su agonía.
Hace casi 50 años un proyecto en marcha, único en el mundo, de transición pacífica al socialismo, fue destruido con un baño de sangre. Y sobre esa base de feroz dictadura militar se montó el primer modelo de neoliberalismo diseñado por los Chicago Boys.
Cuando llegaron las "aperturas" fue un modelo de democracia tutelada, cuando el neoliberalismo se agotó, un modelo de izquierda razonable y adaptada al capitalismo. Que nos perdone Marx dar vuelta su famosa frase, él se refirió al país más industrializado cuando el capitalismo estaba en alce, hoy está en su agonía.
Gracias al trabajo sucio de destrucción de la resistencia popular que llevó adelante la dictadura militar, la gestión del capitalismo periférico tuvo las manos libres en Chile para modernizarse y mostrar todos sus logros. Libre mercado, pequeña industria liviana que en nada pesa frente al extractivismo minero del cobre completamente dependiente y exportador, educación pública privatizada, atención a la salud privatizada, seguridad social privatizada, economía de mercado de 360 grados, izquierda domesticada y colaboracionista, policía militarizada, represión continuada sobre las comunidades indígenas, sobre el movimiento estudiantil, bloquear los avances en la emancipación de la mujer. El crecimiento de la economía capitalista vino de la mano de una creciente desigualdad social, y al final alcanzó su límite por sus propios méritos. No puede haber un ejemplo más claro del agotamiento del modo de producción capitalista (no importa el "modelo" de que se trate) por desarrollar libremente sus propias contradicciones, sus posibilidades y sus costos inevitables, cargados sobre los hombros de los trabajadores. Chile es hoy el octavo país del mundo en desigualdad.
No ha sido el "populismo" ni la "excesiva regulación" ni el "no abrirse al mundo al mundo" lo que ha llevado a Chile a esta situación.
Cuando en Uruguay se quiere adoptar el modelo chileno hasta en la militarización de la policía y uso directo del ejército en funciones represivas internas, importa mirar a Chile, y al resto del continente, cuando aquí también se tropieza con los límites del capitalismo como sistema, y se quiere resolver los problemas que ha traído la dependencia con más dependencia, la desigualdad con más desigualdad, el capitalismo con más capitalismo. Por supuesto que sería una tontería pensar en Uruguay, mucho menos en Uruguay, un "socialismo en un solo paísito". Tenemos que pensar la superación del capitalismo en términos de "patria grande", Nuestra América, en un sentido internacionalista y de integración regional. Y a los que ayer pudieran llamarnos utópicos o "sesentistas", resulta que son ellos los que no actualizaron sus ideas. Miren hoy el continente. Chile se suma a Haití, Ecuador...
Nos muestra también los límites de la institucionalizad "democrática" y la verdadera cara del poder. El parlamento es la hoja de parra de la dictadura burguesa. Cuando las papas pelan de verdad, hay que salir a la calle a luchar.
En Uruguay, Manini, una de las puntas de lanza del fascismo que asoma hoy en el continente, habla de "conspiración continental de los violentos". La conspiración continental de los violentos hoy es el fascismo que asoma, precisamente. Y asoma porque ¿qué otro camino les queda hoy a las clases dominantes? Miremos país por país y veremos la decena y pico de variantes capitalistas, crudas o mediatizadas, liberales o socialdemócratas o populistas, bonapartistas, y "terceras vías". Vías muertas todas.
Se hace urgente la causa de los pueblos, más que nunca apelar al internacionalismo de nuestra clase. Hacemos un llamado para exigir la condena de la violencia desatada por el gobierno de Piñera contra el pueblo chileno, que es parte del pueblo de Nuestra América.
Rumbo Socialista