El Viejo Tonto que bombardeó su propio cuartel general
> Una opinión personal

"Hijo predilecto del Cielo en su momento,
Gengís Khan sólo sabía tender su arco contra el águila gigante.
Todo eso es pasado, es ido. Para encontrar a los héroes de veras
hay que poner los ojos en nuestros propios días"

 
La versión que yo tenía del juicio oficial de los chinos sobre Mao es "Hizo 90% bien, 10% mal". Salvador Marinaro en ¿De qué hablamos cuando hablamos de Mao? (Revista Ñ) da otros números, dice que la calificación oficial que le dan es 70/30. Lo gracioso es que los chinos dicen eso como una "crítica"'. Creo que cualquiera que obtuviese al final de su vida un 51/49 se sentiría más que honrado. Pero tanto por ciento ¿de cuánto? ¿Cuánto pudimos hacer?

Esta nota de Marinaro me da la oportunidad de hablar de algunas cosas necesarias. Diré antes que nada que yo no soy maoísta. 

"Los billetes de uno a cien yuanes con la cara de Mao Zedong tienen un efecto irónico. A pesar de la repetición de su figura en los espacios públicos, el mensaje es uno solo: el silencio", dice Marinaro.

En la China oficial hay un silencio prudente sobre el propio pasado oficial de China. Es un tema significativo y digno de análisis. Marinaro señala que no hay en China un recuerdo oficial de la Revolución Cultural, ni de sus víctimas. En realidad de la Gran Revolución Cultural Proletaria que ha cumplido 50 años como el Mayo Francés, no es que nadie hable en China, es en todo el mundo. Y veamos lo que dice Marinaro de Mao:


"Mao ya anciano y cuyo poder se había debilitado lanzó una de las políticas más radicales de la historia reciente. Llamó a los jóvenes a movilizarse contra los “cuatro antiguos” (las “costumbres del pasado”, la “cultura arcaica”, el “pensamiento avejentado” y los “viejos usos”) y a consolidar la revolución. En la práctica, millones de estudiantes se enrolaron como Guardias Rojos, se rebelaron contra los maestros, los intelectuales, los opositores dentro del partido, e incluso, contra sus propios padres...".


Primero, es una ESTUPIDEZ. Segundo, los HECHOS muestran todo lo contrario.

Pero comencemos por lo previo.


Para varios historiadores la Revolución China es el evento más importante del Siglo XX. Las revoluciones no siempre llegan a los objetivos propuestos, muchas veces resulta ser todo lo contrario. Todas las revoluciones cometen errores, incluso crímenes, en todas hay víctimas, todas generan su propia contrarrevolución, y muchas veces sucumben en esa lucha. Las revoluciones son obras humanas. 


Es evidente que la Revolución China no condujo al socialismo. En vez de ello llevó a China a ser a una potencia capitalista de primer nivel, a partir de una semicolonia atrasada y sumida en terribles problemas, humillada e invadida una vez y otra. Y si no era eso lo que se buscaba tampoco era ese el lugar que la "modernidad" le había reservado. Pero como ya lo había dicho Napoleón. "Cuando China despierte el mundo temblará".

Ese resultado es
fundamentalmente diferente a lo que los revolucionarios chinos buscaban, y aunque como resultado no fue poca cosa, esa diferencia tampoco. ¿Porqué se pudo una cosa pero no la otra? ¿Por qué no se pudo llegar al socialismo? ¿Y por qué se terminó nuevamente en el capitalismo? El fondo del problema ya lo había mostrado Marx.

"... ese desarrollo de las fuerzas productivas ... constituye también una premisa práctica absolutamente necesaria, porque sin ella sólo se generalizaría la escasez y, por tanto, con la pobreza, comenzaría de nuevo, a la par, la lucha por lo indispensable y se recaería necesariamente en toda la vieja mierda". Eso es de "La ideología alemana" y explica por qué se volvió a la vieja mierda, por el atraso estructural del que partieron.


Aclaremos, Marx no era un positivista. Los hombres hacen su propia historia pero no en las condiciones que elijan sino en las que les vienen dadas, pero la hacen. Y en este caso las que les vinieron dadas eran las más difíciles. Hablando de esa brecha de la historia, el poeta revolucionario ruso Vladimir Maiakovski dijo para su caso, el de los revolucionarios rusos: "Espolearemos el corcel de la historia hasta que reviente"


Y eso nunca fue más cierto que con los revolucionarios chinos. Los límites de las condiciones históricas son inevitables, pero también es inevitable que el proceso histórico tenga grietas. Por las grietas se cuelan las revoluciones que son eso, una ruptura histórica.

Casi contra todo pronóstico y contra la línea de la Internacional Comunista, la China revoluciona removió las "dos montañas" (en palabras del Mao) feudalismo e imperialismo, que soportaba el pueblo chino. E hizo otra cosa todavía más audaz. Intentó llegar a una sociedad moderna e igualitaria a la vez tratando de evitar una nueva montaña opresiva, el capitalismo. Eso estaba fuera del libreto que venía dado tanto por la academia como por el realismo político, al que Mao llamó el “Viejo Sabio”, que decía que esas enormes montañas no podrían moverse por un puñado de pobres campesinos, a pico y pala. Y lo enfrentó al “Vejo Tonto” que creía que sí podrían. (El Viejo Tonto que removió las montañas)


Los revolucionarios chinos comprendieron que el personaje que marcaba ese libreto, la burguesía china "democrática", era más ficción que realidad y jamás podría remover la vieja sociedad. Pero poner en ese lugar al proletariado, no el proletariado de un capitalismo en una sociedad industrial moderna sino uno recién nacido y muy minoritario en una sociedad que no contaba con una industria desarrollada ni era una sociedad moderna, era algo totalmente fuera de libreto.

Tampoco Marx había hecho de ese libreto una Biblia, aunque haya quienes lo tomasen por la Biblia de Marx. Había pensado la posibilidad de caminos diferentes, no desarrolló la idea porque la contingencia histórica nunca se presentó en su tiempo. Pero aunque tardó, vino.

El país donde Marx vio esa posibilidad de "saltear" el capitalismo fue Rusia. Fue en una correspondencia con revolucionarios rusos del Siglo XIX que habló de la posibididad de que una sociedad atrasada donde sobreviviese en parte la comuna tradicional campesina pudiese pasar directamente al socialismo siempre y cuando contase con el auxilio de la revolución proletaria triunfante en países industriales avanzados, que aportarían las herramientas para ese desarrollo necesario de las fuerzas productivas.

¡Y lo más asombroso es que eso pasó en la Revolución China! 


No de una forma literal, no tal cual lo había supuesto Marx como posibilidad incierta, pero pasó, precisamente porque esa era la singularidad histórica dada. Una sociedad en gran parte pre-capitalista, con un capitalismo muy débil y dependiente y totalmente incapaz de conducir a una modernización social y a una verdadera independencia nacional, que no servía para remover las "dos montañas". Pero debían ser removidas y alguien tenía que hacerlo. 

Para intentar ir al socialismo sin pasar por el capitalismo, el débil y audaz proletariado chino tenía dos aliados. Uno adentro, un muy numeroso campesinado oprimido y pauperizado por la clase terrateniente, con fuertes tradiciones comunitarias. Y uno afuera, un país amigo con un desarrollo industrial, tecnológico y militar: la URSS. 

Era la suposición de Marx modificada y en otro tiempo y lugar, pero la lógica de Marx.

La Revolución Rusa, que partió de un nivel de desarrollo capitalista más alto que en los tiempos de Marx pero aun insuficiente, necesitaba igualmente contar con el auxilio de la revolución proletaria en países altamente desarrollados. No lo tuvo, y eso fue un escollo crucial para el fracaso de su intento de construir una sociedad socialista. Ese, entre otros factores, fue lo que condujo a la degeneración burocrática de la revolución.


Cuando se produjo el triunfo de la Revolución China no había socialismo en la URSS sino una nueva forma de sociedad explotadora. El gobierno soviético no estaba movido por el internacionalismo proletario sino por los intereses geopolíticos de la burocracia. Los chinos hicieron su revolución EN CONTRA de la orientación de alianza con la “burguesía democrática” que quiso imponerles el estalinismo. Esas diferencias, aunque no se expresasen abiertamente, ya venían desde los años 30 cuando Mao pasó a predominar en la dirección del Partido Comunista Chino, con su orientación de privilegiar la alianza con el campesinado antes que con la burguesía.

Luego del tomar el poder, el auxilio de la burocracia soviética existió al principio y facilitó los primeros pasos, pero duró bien poco. La política soviética de “coexistencia pacífica” con el imperialismo chocó con la lucha antiimperialista de China. Su ayuda era con préstamos que aumentaban las deuda externa de China. Y había conflictos fronterizos no resueltos. Gradualmente se fue dando la ruptura, hasta que
los soviéticos terminaron retirando su ayuda y sus expertos, con consecuencias devastadoras

¿Qué hacés cuando te quedaste sólo ante un problema enorme? Primero, comprender la dificultad, luego enfrentarla. Nosotros solemos decir "Nada podemos esperar sino de nosotros mismos". Mao dijo lo mismo, pero no lo iba a decir por la negativa en el estilo uruguayo depresivo y quejoso, le dio para arriba.

"Apoyarse en las propias fuerzas y atreverse a vencer".

El gobierno maoísta intentó el Gran Salto Adelante, plan de colectivización agrícola masiva y desarrollo al mismo tiempo de una industria de pequeños hornos de fundición a escala doméstica. El plan, improvisado y sin la tecnología adecuada, fracasó por la pésima calidad del acero. La consecuencia fue una hambruna que mató tal vez 30 millones de personas. 

Mao aceptó su responsabilidad  En el error y sus terribles consecuencias, fue apartado de las posiciones clave de gobierno. Comenzó entonces un período de evolución hacia una economía de mercado, que trajo otros problemas.

En la Revolución China hubo también un fenómeno de burocratización como en Rusia, e incluso mayor porque se partía de una de las sociedades más burocratizadas del mundo, burocratización milenaria. Pero las cosas no son unilaterales, el autoritarismo burocrático chino no tuvo necesidad de diezmar en forma sangrienta la revolución proletaria porque su condición dominante se dio desde el comienzo, "naturalmente", y al mismo tiempo tenía que desarrollar de alguna manera el proyecto revolucionario porque no tenía alternativa. La elite burocrática lograba ampliar sus privilegios junto con el desarrollo industrial y el crecimiento del proletariado. Al fracasar el intento de progreso con igualdad, se abrió el camino de progreso con desigualdad, y con eso tensiones sociales crecientes. 

Esas contradicciones internas del régimen son el contexto de la Revolución Cultural.

Y entonces llegamos a ese cuento del anciano debilitado que lanzó un llamado a los jóvenes radicales a movilizarse contra las “cuatro viejas” calamidades de la sociedad, y los millones y millones que entonces se rebelaron contra los profesores y contra sus propios padres.


La burocracia china había hecho de Mao un mito. Nadaba kilómetros en tiempo record y hasta enseñaba a nadar a los niños que encontraba por el camino. Y escribía poemas, y libros llenos de sabiduría, best-seller mundial. Y conducía un país de más de mil millones. En ese momento tenía 75 años. También atendía bien a su cuarta esposa.

Por absurda que resulte esa leyenda dorada, la leyenda negra lo es más. Sobre los jóvenes que se rebelan contra todo lo viejo incluyendo profesores y padres hay infinidad de teorías, y esta es bien original. Supone que eso ocurrió por el llamado de ese viejo imprudente, que también fue el culpable de los sangrientos sucesos que vinieron luego. 

Pero no hay Cristo ni Alá ni Buda ni Mao que tenga ese poder. Los hombres hacen la historia pero no hacen milagros. ¿No tuvo lo ocurrido nada que ver con la lucha de clases?

Veamos los hechos.


La ola de protestas masivas, actos de masas en plazas, asambleas y organizaciones de base en fábricas y universidades, comenzó a mediados de los 60. Fue en 1965 que aparecieron los artículos de prensa poniéndole un nombre al fenómeno, Gran Revolución Cultural Proletaria. En mayo de 1966 las autoridades de la Universidad de Pekín quisieron retirar los carteles de los estudiantes para frenar la rebelión y eso desencadenó más protestas. Algo bastante parecido a lo que pasa muchas veces en muchos lados

En junio sale Mao a poner él mismo su cartel, "BOMBARDEAR EL CUARTEL GENERAL". Ir al fondo de la cuestión. En agosto publica un breve artículo para explicarlo, apoyando la acción libre y generalizada de poner carteles. De eso se trataba, ¡poner carteles! (Mi afiche sobre la cuestión de bombardear los cuarteles generales)

Los "Guardias Rojos" no fueron creados para acentuar la rebelión, todo lo contrario. Fue para darle una forma orgánica, y por lo tanto más controlable y disciplinada. Obviamente, algo que hacer tenían que darles. Así, comenzaron esas vistosas marchas con banderas, muy a lo chino, representaciones teatrales, figuras de monstruos de papel representando a los dirigentes corruptos, y también las humillaciones públicas a muchos dirigentes políticos de primera línea, etc. 

El ejército fue movilizado para apoyar las acciones de masas. Eso también fue parte del intento de control y contención, aunque no es el uso acostumbrado para los ejércitos cuando hay molestas movilizaciones de masas. Mao tenía en ese momento un gran ascendente sobre el ejército y en eso se basan las acusaciones de que era autoritario. No explican por qué entonces no impulsó un golpe de Estado. Estos hechos reforzaron la posición de Mao dentro del Partido, y en el siguiente Congreso (1969) fue propuesto de nuevo para Presidente de China, no sólo se negó, propuso abolir ese cargo.

Se destinaron brigadas al campo para llevar allí la revolución... y sacar a los activistas de las ciudades. En el campo hicieron diferentes cosas, una fue una gigantesca campaña de alfabetización.

Sobre los campos de trabajo para "reeducación" forzada para los disidentes, diré que estoy claramente en contra de lo que fueron hechos abusivos e injustos, un oprobio. Campos de trabajo forzado recurrentes en la revolución china. Repito, en toda revolución hubo crímenes, pongamos un ejemplo. En su revolución los ingleses le cortaron la cabeza al Rey, los franceses lo mismo; en ambos casos hubo algo parecido a un juicio. Los rusos fusilaron al Zar y toda su familia, enterraron y ocultaron sus cuerpos, desaparecidos hasta hoy; no hubo ningún juicio. Los chinos metieron al Emperador en uno de esos campos, lo juzgaron, lo encontraron culpable de los peores crímenes, el tipo aceptó su culpa y pidió perdón, lo dejaron libre, y murió de viejo.

Volvamos a la Revolución Cultural. La burocracia intentaba ganar tiempo para llegar a un nuevo equilibro interno. No lo logró, porque no tenía ninguna solución que ofrecer a los problemas reales de la revolución, eran cosas que estaban más allá de ellos.

Como en todos los casos de las revoluciones hubo excesos lamentables en las acciones de masas, desbordes y actos de violencia. 

Los hijos se rebelaron contra sus propios padres, para escándalo de muchos. Los hijos se rebelan normalmente contra los padres, ¿y aquí?. Estamos hablando de CHINA. Hoy es común hablar de patriarcado como un régimen de opresión de la mujer por el hombre, y es verdad, pero una parte de la verdad. Una sociedad patriarcal como la China tradicional conlleva la explotación extrema de los hijos por los padres, de ambos géneros. Trabajo infantil forzado, venta de hijas mujeres, etc. Esa montaña horrible tenía que ser removida para intentar cualquier progreso social, y la rebelión de los hijos era necesaria. Los guachos se pasaron de la raya, también es cierto.

Pero la verdadera violencia vino luego, cuando la movilización de masas se fue agotando y quedó solamente una lucha entre fracciones burocráticas por el poder. Una serie de golpes y contragolpes terminó quebrando totalmente la Revolución Cultural, y se retomó el camino hacia una economía mercantil.

Veinte años después, con la consolidación del modelo de "socialismo con características de mercado", la disconformidad fue creciendo por varios lados, tanto del proletariado como de las capas medias. Era nuevamente la lucha por lo indispensable en condiciones de escasez.

Las condiciones habían cambiado, había nuevos sectores medios emergentes con sus reclamos, y también un proletariado más estable y numeroso. Nuevamente comenzaron a surgir las acciones de masas, con la peculiaridad de coincidir allí las reclamos contradictorios de grupos sociales diferentes. No estaba ahora en el poder el autoritario Mao sino el liberal Deng Xiaoping, una de las víctimas de los campos de reeducación de la Revolución Cultural. Deng no mandó al ejército a apoyar las movilizaciones de masas.

En 1989 en la plaza de Tien An Men se concentraron decenas de miles de personas en un acto de protesta, actos que venían creciendo. El gobierno de Deng bombardeó a la gente, no con carteles, las cifras difieren entre 2000 y 10000 muertos, y más heridos. 

Aplastada así la protesta, siguió un período de represión. Junto con ello continuó el "socialismo con características de mercado".

Para la teoría "marxista" que le contaron a los chinos a comienzos del siglo XX el desarrollo capitalista crearía las bases para el socialismo. Pero la realidad no siguió ese libreto porque el capitalismo en China no iba a hacer nada salvo profundizar el atraso y la súper-explotación. Por eso, los revolucionarios chinos intentaron la mayor de las audacias, el progreso en igualdad; no pudieron.

La Revolución Cultural fue el estallido de la lucha de clases, la rebelión de las masas contra la burocracia. Pero se impuso la dictadura burocrática, y el régimen inició un proceso de súper-explotación del proletariado que fue creciendo gradualmente, junto con la industrialización extendida. El emerger de China ocurre precisamente por esa súper-explotación. Tenía que volcarse a la exportación, porque el mercado interno de China seguía siendo limitado precisamente por esa súper-explotación. 

¡El "socialismo" chino creó las bases para el desarrollo del capitalismo!

Sin embargo, lo que estamos viendo ahora es el agotamiento de ese capitalismo. Se le terminaron las condiciones excepcionales, y hay algunas manifestaciones de ese nuevo giro.

Se termina la alianza estratégica de la burguesía burocrática china con la burguesía occidental, comienza la guerra económica. Al mismo tiempo el desarrollo industrial burdo (súper-explotador y contaminante) encuentra sus límites, ya no puede continuar. Pero ahora, cuando la crisis madure, la correlación de fuerzas va a ser muy diferente, y las bases para un progreso con igualdad social, también. El desarrollo necesario de las fuerzas productivas para iniciar un camino socialista ahora sí se ha logrado. China terminará de despertar.

Una cosa quedó pendiente. ¿Qué fue la Revolución Cultural?

Uno de los que se escandalizó por los excesos y repitió esa leyenda de que todo era obra del llamado imprudente de Mao y Lin Piao, fue Isaac Deutscher.

"Mao Tse-tung ha decidido poner de rodillas a toda la oposición, no importa cuáles sean sus motivaciones ni qué matiz de opinión representen dentro del partido. Él y Lin Piao han puesto en marcha la llamada revolución cultural a fin de ahogar cualquier debate intrapartidario sobre la estrategia y la táctica". (Sobre la Revolución Cultural China)

Es una de las tantas formas de la "teoría de las elites", según la cual toda la historia es la historia de las luchas por el poder entre los grupos dirigentes, todo es cuestión de estrategia y táctica pensadas entre cuatro paredes por unos cuantas mentes que se pelean entre sí, y los millones y las masas siguen como borregos esas consignas. Tratándose de Deutscher, un notable historiador marxista y estudioso de las experiencias revolucionarias, es asombroso. 

El maoísmo: Orígenes y perspectivas es un material muy recomendable para comprender ese fenómeno histórico. Pero es asombroso, además, porque Deutscher es afín al pensamiento de Trotsky y saca de ello gran provecho para comprender la realidad, como puede verse en estos materiales. ¿Y cuál es la propuesta política del trotskismo sobre el problema del llamado "socialismo real", como en China?

La revolución política. O sea el derrocamiento de la dictadura burocrática por la rebelión proletaria para recuperar el proyecto socialista primigenio. Nunca fue desarrollada la idea en términos concretos, porque nunca se presentó esa coyuntura. EXCEPTO EN ESTE CASO.

Eso que llamaron "Revolución Cultural" fue la Gran Revolución Política Proletaria contra la burocracia en China. Fue el único caso en toda la historia del llamado "socialismo real". Fue un intento que terminó en el fracaso, pero no por ello deja de tener primordial importancia. Fue "la Comuna de París" de una posible era de revoluciones políticas, que podrían haber recuperado los proyectos socialistas degenerados por la burocracia. Y la comparación no es sólo retórica, La Comuna Popular de Shanghai de 1967 fue el ejemplo de esa continuidad. 

Es asombroso que quienes proponen una y otra vez una cosa, no la reconozcan cuando ocurre.

Los procesos históricos no son cosas de laboratorio, no son químicamente puros. Vienen dentro de todo el entrevero de la realidad, con sus contradicciones, sus luchas internas, sus vaivenes, sus avances y retrocesos. Con sus errores y excesos y con sus crímenes. Es curioso que se vea en eso un intento de reprimir la democracia dentro de un Comité Central, con la invasión de la discusión política en las calles. Esa es la característica de todas las revoluciones de masas.

Revolución política no es que el dirigente bueno saque al malo de su palacio de una patada en el culo.  

Y es asombroso, también, que las acusaciones de "antidemocrático" sean contra un dirigente que llama a las masas a bombardear SU PROPIO CUARTEL GENERAL por medio de la discusión política abierta. Que tuviese intenciones tales y cuales, sí, seguramente. ¿Y eso que importa?

Deutscher se escandalizó porque derribaron un monumento a Beethoven. Su música era burguesa, pero destruir cualquier cosa burguesa no es necesariamente revolucionario. Condenar la Revolución Cultural por esos excesos y aberraciones es tirar al niño con el agua del baño, aunque fuese una tonelada de agua sucia.

Esa experiencia, con todas sus contradicciones, debe ser comprendida. Su fracaso fue por múltiples razones, pero primero hay que comprender las enormes limitaciones en las que ocurría, las condiciones que les fueron dadas. Y a partir de allí podemos comprender su significado. Puesto en perspectiva, podemos ver la audacia de quienes quisieron, pese a todo, hacer la historia. 







    

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