Seguridad social y lucha de clases

Una opinión personal

Ernenek y Asiak, una pareja de esquimales, han tenido un bebé. La madre de Asiak, Pauti, ya ha instruido a su hija. Cumplido su papel se suicidará abandonándose al frío del Ártico pues con más de 30 años es una carga para la familia. De repente ve que los padres van a matar al recién nacido pues no tiene dientes y suponen que es una deformidad de nacimiento; Pautí había omitido eso. Los detiene, explica que los dientes crecerán. “¡Pero no podrá sobrevivir porque no puede masticar!”. “Tal vez una vieja inútil le muela la comida hasta que le crezcan”. Esto es El país de las sombras largas, de Hans Ruesch.

El papel de los viejos difiere en cada sociedad y época histórica, y qué quiere decir “viejo”, también. Históricamente siempre ha habido un lugar para los miembros de la generación mayor. Las relaciones de ida y vuelta entre los sectores etarios forma parte de un modo de vida de la comunidad, determinado por el modo de producción. En el modo de producción capitalista las condiciones de vida de la clase trabajadora están determinadas por la relación salarial, y esta por varios factores interrelacionados: desarrollo de las fuerzas productivas, formas de la acumulación y reproducción del capital y de la relación salarial, la lucha de clases, la acumulación histórica de la capacidad de lucha de la clase trabajadora, el acceso a los bienes comunes, las relaciones recíprocas entre los distintos sectores trabajadores, las condiciones de la vida familiar y distintos tipos de familia, la cultura o culturas de la época, el pasado en el largo y corto plazo y el previsible futuro. Es complejo, pero la lucha de clases termina evidenciado los ejes.

El sistema de seguridad social es la forma que ha tomado en el capitalismo moderno un complejo de relaciones sociales y económicas: prolongación de la relación salarial a los trabajadores retirados, seguro de desempleo, discapacidades parciales o totales, asistencia médica y psicosocial, a la maternidad, y otras. Se relaciona con otras instituciones, cobertura por accidentes, sistema público médico-asistencial, sistema vacacional, formalización del trabajo, trabajadores migrantes, situación de sectores vulnerables, trabajo doméstico, rural, etc. Y a su vez con el sistema impositivo y mecanismos de control de la evasión. Las raíces históricas de estos mecanismos sociales (después institucionalizados por los estados) están en el apoyo mutuo como autoconstrucción de la clase trabajadora y su resistencia. Ayudarse entre sí. “Se ha creado sobre la conciencia -aunque sea instintiva- de la solidaridad humana y de la dependencia recíproca de los hombres... de la fuerza que la práctica común de dependencia estrecha de la felicidad de cada individuo de la felicidad de todos, y sobre los sentimientos de justicia o de equidad, que obligan al individuo a considerar los derechos de cada uno de los otros como iguales a sus propios derechos.” Piotr Kropotkin. Un concepto que ha nutrido la ciencia social. Y no es algo del pasado, aparece ahora en las ollas populares.

Los estados capitalistas en forma dual y desigual institucionalizaron estas prestaciones con el desarrollo del “Estado de Bienestar”. El concepto usado era, diciendo tal vez más de lo que se quería decir, “clases pasivas”. “Las clases pasivas no fueron consideradas por la historiografía como una primera forma de previsión social, sino como la manifestación de la debilidad del Estado ante las presiones de los grupos sociales...”. La evolución del sistema de seguridad social en el Uruguay (1829-1986). Mariana Sienra. Todo esto es la complejidad. La simplificación viene por los temas que emergen en ese momento de la lucha de clases, en lo local y global.

Hace algunas décadas la burguesía emprendió la apropiación de los fondos previsionales de la clase trabajadora a través de empresas privadas de seguridad social. Hacerlos "rendir" como capital en inversiones rentables para el capital, invertir el dinero de los trabajadores en la explotación de trabajadores. Inversión de capital para obtener capital, reproducir las relaciones de explotación del trabajo, y no en beneficio de los trabajadores. En Uruguay son las AFAPs implementadas en 1996 durante el segundo gobierno de Sanguinetti, un sistema “mixto” público-privado vendido con mucho ruido a los trabajadores o impuesto sin opción, como “mejora” de la jubilación por el ahorro individual complementario. En realidad fue poner al BPS al servicio del capital privado y una estafa escandalosa hacia los trabajadores, esa jubilación es muchas veces insignificante. Y por la debilidad estructural del capital en Uruguay no pudo desarrollarse siquiera en términos de empresa privada excepto como capital parasitario. Casi la mitad de los cotizantes son de la AFAP estatal. Las aseguradoras privadas se retiraron, quedando solamente el BSE. Digamos que el gobierno del FA continuó el mecanismo de las AFAPs.

En el último período se sumó una nueva ofensiva. En los últimos 60 años la esperanza de vida promedio en todo el mundo ha pasado de 52 a 72 años, más acentuado en los países periféricos dado el punto más bajo de partida. En Uruguay ha sido 67 a 77 años. Los países con esperanza más alta están en 80. Uno de ellos es Italia y pudimos ver a principios de la pandemia Covid-19 en Lombardía la incidencia del problema etario, pero mostrando otros factores: contaminación por fábricas de amianto, desmantelamiento de la asistencia médica pública, precariedad del empleo, recarga del trabajo femenino, etc.

La extensión de la esperanza de vida y la necesidad de ampliar la cobertura al último tramo etario ha distorsionado el equilibrio previo activos-pasivos en la clase trabajadora, el peso de los pasivos sobre los activos se ha más que duplicado en 60 años. Y para recuperar el equilibrio habría que aumentar la oferta (bienes y servicios para los pasivos) o disminuir la demanda (matar viejos). Por burdo que parezca, esa idea después atribuida a Christine Lagarde está en informe del FMI en 2012: “Las implicaciones financieras de que la gente viva más de lo esperado (el llamado riesgo de longevidad) son muy grandes… Una reforma esencial es permitir que la edad de jubilación aumente a la par de la longevidad esperada. Esta podría ser una obligación impuesta por el gobierno, pero también se podría ofrecer incentivos a los particulares para postergar la jubilación”.

Para comprender mejor vamos a la esencia. Las jubilaciones son parte del capital variable, capital destinado a retribuciones salariales. Es descuento sobre el salario inmediato se destina al salario diferido. El aporte patronal tiene una forma diferente pero también, la empresa lo cuenta en sus costos salariales. La relación salarial tiene a su vez sus pautas. La inversión de capital se rige por la tasa de ganancia, g’ = p/(c+v), plusvalor sobre la suma de capital constante (valores materiales) y variable (salarios). Es directamente proporcional a la tasa de plusvalor, p’ = p/v, e inversamente a la composición orgánica de capital, o’ = c/v. La tasa de ganancia siempre es menor a la tasa de plusvalor. Hablamos de capital adelantado, la inversión que el capitalista espera recuperar o amortizar en un ciclo, que es variable dependiendo de factores de cada rama de producción. Vemos que la relación remuneración inmediata/mediata es dentro del salario.

Las condiciones de la producción capitalista traen el incremento del capital constante en relación al variable. Marx explica (DK L III) el descenso gradual de la tasa general de ganancia, en tanto permanezca invariable la tasa de plusvalor o sea el grado de explotación del trabajo. Es la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Siendo tendencia tiene sus contratendencias. Una, para recuperar la burguesía la tasa de ganancia, es aumentar la tasa de explotación. Las formas han sido varias: precarización del empleo y desmantelamiento de las retribuciones no monetarias (servicios de salud, por ejemplo) han sido las principales. La reforma de la seguridad social es un paso en el mismo sentido. No se trata de activos vs pasivos sino trabajadores vs patrones. El equilibrio interno puede recuperarse aumentando el salario, bajando la tasa de plusvalor. Aumento de la composición orgánica del capital es aumento de la productividad del trabajo, lo que permite rebajar la jornada laboral sin reducción de salario. Trabajar todos trabajar menos, pero eso sólo puede imponerse por la lucha.

Así se ha planteado la lucha en este tema, con movilizaciones muy fuertes. En Francia se ha frenado el proyecto de Macron. Veamos la situación concreta del tema en Uruguay hoy. El gobierno multicolor impulsa una reforma y ha adelantado el proceso incluyendo en la Ley de urgente Consideración una Comisión de Expertos para elaborar el proyecto. Han sido parcos hasta ahora. Prevén grandes dificultades en la resistencia que el proyecto despierta, por lo que no todos los objetivos se anuncian con claridad, pero son evidentes.
  1. Extender la edad de retiro.
  2. Bajar la tasa de remplazo (proporción de la jubilación respecto del sueldo en actividad).
  3. Disminuir las prestaciones por incapacidad total o parcial.
  4. Erosionar el mecanismo de ajustes de jubilaciones según salarios.
Debe decirse que no hay una oposición clara de parte del FA y el PIT-CNT. Los artículos correspondientes de la LUC no están entre los 135 cuestionados, tampoco hay un discurso de rechazo total sino uno muy ambiguo. Y es evidente que, aún en el caso prácticamente imposible de que prosperase la derogación total de la LUC eso no tendría incidencia directa porque el proyecto ya estaría acabado y tal vez aprobado. De conjunto, podríamos decir que estamos ante un caso evidente de “vacío político” en la representación y herramientas de lucha de nuestra clase trabajadora.

El discurso tiene estos ejes:

  1. Énfasis en el “déficit del BPS”. En el marco ideológico a que hicimos referencia:

    1. Compartimiento estanco de trabajadores, ingresos/egresos sin considerar prestaciones ni obligaciones del estado.

    2. Los aportes de los patrones suman la mitad de los aportes de los trabajadores dadas las múltiples exoneraciones; eso, y expresamente se lo dice, no se va a cambiar. Esas exoneraciones son para mantener empresas zombies y parasitarias, por la debilidad estructural del capitalismo en Uruguay.

    3. Aumento de la edad de retiro es aumento de brazos disponibles, aumento de desempleo y empleo precario, empujando los salarios hacia abajo. Retrasa el ciclo de renovación generacional y perjudica el empleo juvenil. Más viejos es menos jóvenes. Salarios y jubilaciones a la baja es sub consumo, socavar el mercado interno, y eso es menos recaudación y más déficit. Se dice que mayor cantidad de activos es más aportantes. Cualquiera sabe que aumento de fuerza de trabajo no es en el capitalismo aumento de trabajo. Se dice que una mayor rentabilidad esperada (para el capitalista en detrimento del trabajador) incentivará la inversión. Aspirina para el cáncer.

    4. El déficit del BPS sería 700 millones de dólares para 700 mil jubilados y pensionistas, además de los usuarios de todas las prestaciones a los activos también. El déficit crudo de la caja militar (la atención médica la presta el hospital militar pagado por el estado) es de 500 millones para 55 mil “retirados” (hasta en los términos es diferente), cifra per cápita diez veces mayor, aun sin todos los demás rubros.

  1. La “estructura demográfica de matriz invertida” sería el mal, un desequilibrio entre jóvenes y viejos. Pero ¿cayó del cielo? ¿Por qué la baja natalidad, por qué la emigración de la juventud y de gente calificada? La baja de salarios y el desmantelamiento de la protección social no hará sino reproducir esas mismas condiciones, el remedio agrava la enfermedad. Trabajar todos trabajar menos traerá el “equilibrio”.

  2. Las AFAPs no se tocan. No hay un balance de la “solución” que se pretendía, confrontando con la realidad. Al revés, se busca su rentabilidad a contramano de los hechos aumentando los costos sociales. El ajuste de las jubilaciones por el Índice Medio de Salarios dificulta, se sostiene, el negocio de las aseguradoras (las privadas se han retirado), y para corregirlo se busca una Reforma Constitucional. El lucro privado por encima de la protección social.


La irracionalidad de la caja militar prolonga la irracionalidad de las fuerzas armadas. Talvi no quería forzar el retiro de oficiales superiores sobrantes para no aumentar el déficit de la caja militar. Ahorramos una jubilación y seguimos pagando un sueldo, compensaciones y gastos. Si tenés un boliche no pongas de administrador a un economista de Harvard. Se piensa prorrogar la edad de retiro de la tropa, a lo que son renuentes los ejércitos del mundo porque soldado viejo en combate es más carga que ayuda. Pero ¿puede importar eso en un ejercito que jamás tendrá un combate?

El discurso del PIT-CNT acepta ese encuadre ideológico general: optar entre salario y empleo. Aceptar la rebaja salarial para mantener empleos, cuidar la ganancia de las empresas capitalistas aumentando la propia explotación. El trabajador financia al patrón.

Y el ajuste de las jubilaciones por IMS integra este factor al salario, es una conquista de la clase trabajadora. La seguridad social es parte de la relación salarial, y de las relaciones y conflictos entre las clases. Socavar el salario es socavar las jubilaciones. O sea: el jubilado no se jubila de la lucha de clases.

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