Discusión sobre Rodney
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
“Parecido
no es lo mismo, caballero”. Cantata
del adelantado Don Rodrigo.
“Los
artículos de Fernando Moyano, publicados recientemente en Hemisferio
Izquierdo, plantean el problema fundamental de las vías al
socialismo, que hoy está siendo dejado de lado, ya sea porque se
renunció a la transformación revolucionaria de la sociedad, ya sea
por un espíritu de resignación tan propio de estas épocas. Al
plantear este problema, nos incita a pensar sobre estas cuestiones
estratégicas, en momentos de inmediatismo y tacticismo, pero hay una
serie de afirmaciones sobre el pensamiento de Rodney Arismendi y la
estrategia del PCU que creemos necesario contrastar con los textos
del Primer Secretario de este partido desde
1955 hasta 1987, como así también con los documentos partidarios de
ese período, sin dejar de lado importantes aportes de la
investigación histórica”.
[1]
Debo
agradecer este concepto de Alexis, que mi trabajo incite a pensar las
cuestiones estratégicas de la lucha por el socialismo. Esa era al
menos la intención.
La
polémica sobre Rodney Arismendi es un aspecto de eso y
nada más. Lo que me interesa es apuntar al fondo de la cuestión. Si
por exceso de brevedad, apresuramiento, superficialidad o
predisposición subjetiva hice una presentación inadecuada del
planteo de Arismendi (lo que es posible) pido disculpas.
Pero
no por corregir eso me apartaría del centro de la cuestión. Lo
mejor para empezar es tomar la muy buena selección de citas de
Alexis y marcar lo que motiva mis señalamientos.
En
realidad, con las conclusiones finales de Alexis tengo muchas
coincidencias, con gran parte de su concepto general de la revolución
necesaria y sus críticas al actual gobierno frenteamplista. Veamos
eso al final.
Considero
que la lectura que hace Alexis de Rodney Arismendi es generosa.
Puede ser un atrevimiento de mi parte, porque Alexis conoce a Rodney
mucho mejor que yo. De modo que lo aclararé un poco más.
a)
Creo que Alexis toma algunos pasajes de Arismendi muy al pie de la
letra sin percatarse que su interpretación, de ser cierta, no se
correspondería con la práctica política real del PCU en ese
período. (Tampoco la de hoy, aunque para Alexis eso no sea imputable
a Arismendi que ya no está, es discutible pero para verlo después).
b)
Y en el terreno de la letra pasa por alto las contradicciones del
planteo de Arismendi, que era un experto en la ambigüedad.
Vamos
a ocuparnos solamente de este punto, las contradicciones de
Arismendi. Lo otro es un tema mucho más amplio que queda pendiente,
pese a que resulta evidente todo el planteo de Rodney es
siempre para fundamentar una política.
Comencemos
con las citas básicas.
De
la Declaración Programática de 1958 del Partido Comunista de
Uruguay:
“La
situación nacional reclama un cambio radical de la estructura
económica y política de la República. Este cambio es la revolución
agraria antimperialista
que madura en el seno de la sociedad uruguaya. Ella constituye el
tramo inicial
del camino que recorrerá Uruguay hacia el establecimiento del
régimen socialista... La clase obrera está llamada a ser la fuerza
principal y dirigente del Frente Democrático de Liberación Nacional
y del nuevo poder estatal. La clase obrera es la más combativa, la
única consecuentemente revolucionaria y ajena a toda tendencia al
compromiso con los enemigos del pueblo, la más organizada y
disciplinada, la mejor pertrechada con la experiencia de todos los
pueblos del mundo y con la teoría marxista-leninista que generaliza
esa experiencia... El proletariado aspira, por consiguiente a la
realización más
radical y completa de la revolución agraria antiimperialista”.
Esa
es la concepción general de Arismendi, en una frase. En esto y en
todo lo que sigue los subrayados son míos. Vemos allí que para
Rodney lo que emerge de las necesidades de la sociedad uruguaya y sus
fuerzas motrices es una revolución que no es DE POR SÍ
una revolución socialista, pero puede conducir a ella.
El
tema de que PUEDE CONDUCIR A ELLA está ampliamente
fundamentado por Arismendi, pero ¿por qué no lo es DE POR SÍ?
De
Problemas de una revolución continental:
”Lenin
desenvolvió, en la época del imperialismo, ante la revolución
rusa de 1905, las ideas de Marx y Engels acerca de este
tema...y nos legó un pensamiento coherente respecto a la
intervención del proletariado en la revolución
democrático-burguesa, al desarrollo de ésta y su
transformación en revolución socialista. Estas ideas se asentaban
en dos pilares estratégicos y tácticos: la intervención del
proletariado como fuerza dirigente de la revolución y la alianza
obrero campesina. La concepción de Lenin ha sido confirmada,
continuada y enriquecida por toda la práctica contemporánea, en
particular, por la experiencia de la revolución china,
país semi feudal y semicolonial, donde las reivindicaciones
democráticas y de liberación nacional se enlazaron de un modo en
cierto sentido clásico, y en donde la dirección del proletariado
garantizó la transformación de la revolución democrática y
nacional liberadora en revolución socialista, de modo
ininterrumpido… Las ideas de la continuidad de la
revolución, del pasaje de una etapa a otra, de la
interrelación dialéctica entre la etapa de liberación nacional y
la socialista, constituyen, precisamente, la médula de la
Declaración Programática; es lo que distingue nuestra concepción
proletaria, marxista-leninista, de toda otra concepción burguesa
radical o pequeño-burguesa avanzada. Esto se expresa tanto en la
concepción estratégica y táctica de la dirección obrera de la
revolución como en los postulados programáticos orientados a crear
las premisas materiales del tránsito hacia el socialismo.”
Esta
cita de Arismendi que trae Alexis es de un valor notable
para lo que queremos demostrar, nos da una pista sobre la pregunta
que acabamos de hacer, facilita y abrevia las cosas. Partamos de lo
general, o sea la concepción de la revolución.
Digamos
al pasar: hemos subrayado en ese pasaje el que la concepción de
Lenin pensada para revolución rusa, haya sido confirmada por la
china.
¿Llama la atención?
Hay
cosas que el PCU comparte con muchas otras corrientes políticas,
tales como:
1)
Hay que hacer una revolución socialista proletaria.
2)
Nuestro proletariado parte de condiciones históricas aún
insuficientes para poder construir inmediatamente el socialismo, y es
necesario resolver eso de alguna manera.
3)
Esa insuficiencia se debe a la forma particular que tiene el modo de
producción capitalista en la periferia del mundo capitalista, que es
donde estamos. Forma que ha sido llamada de muchas maneras, y aquí
diremos capitalismo
dependiente o periférico.
(Aunque
Arismendi no usó
esa
expresión en
una primera etapa).Es
la contracara y
complemento del
imperialismo.
Hasta
aquí, el espectro de coincidencias es amplio. Luego
aparecen las diferencias.
¿Qué
quiere decir revolución democrática,
agraria y antiimperialista?
En
esa cita de Arismendi interpretando la
de
Lenin
se
aclara
el
concepto.
Se
trata de una revolución democrático-burguesa,
es decir, conceptualmente, la revolución que “le toca hacer” a
la burguesía como clase.
El
modelo
es la Revolución Francesa. Por supuesto, eso se
entiende
con una gran amplitud, y en algunos casos el concepto es llevado
hasta su límite, y hasta más allá
de su límite, aunque esto no siempre sea evidente a primera vista.
Ante
lo que dije, que Arismendi defendía un concepto “menchevique” de
la revolución, sostiene
Alexis que no es cierto, que combatía
dicha visión y defendía
en
cambio la concepción bolchevique, la de Lenin. Tiene
razón, al
menos en parte.
Podríamos
adentrarnos en esta cuestión, la discusión entre bolcheviques y
mencheviques, etc. Pero lo que dice Arismendi es nuestro punto de
partida, es decir:
Así
lo veía Lenin en 1905 y los años siguientes.
Sí,
estoy de acuerdo con eso
que dice Rodney,
y con Alexis, así lo veía Lenin en 1905 y los años inmediatamente
posteriores, y los bolcheviques y mencheviques discutieron sobre eso
y
opinaban diferente,
pero ¿qué
pasó en definitiva?
¿Confirmó
la historia realmente ocurrida esa perspectiva de la revolución que
sobrevendría? A eso me
refiero con la diferencia que hay entre discutir las fórmulas en el
pizarrón, y ver la pelota en la cancha.
Lo
que haya dicho Lenin en 1905 es una cosa, pero si la historia no
confirmó esa idea, y si Lenin tuvo el buen
tino de cambiar su punto de
vista, eso, ¿no debería motivarnos a cambiar nuestro
abordaje?
Esta
forma de encarar las cosas por parte de Rodney puede llamar la
atención. Lo
de cambiar Rusia por China es raro, pero se entiende dentro de ese
juego. Sin
embargo, lo primero que hay que decir es que era
algo muy común.
No asistí a esas conferencias marxista-leninistas de primer nivel,
pero esa era la forma típica de tratar el tema por parte del
estalinismo, la
historia que debería ocurrir,
y en
cambio, muy
poco y con mucho cuidado y filtros y lentes y
censura,
la historia que efectivamente ocurrió. La historia que debería
ocurrir define lo que esperamos de la historia que va a ocurrir.
¿Qué
debería ocurrir? Una revolución democrático-burguesa (o su
culminación no realizada todavía, o su realizacíon modificada, o
su realización residual, o su adaptación al
hoy,
o algo
así).
¿Y qué esperamos que ocurra? Que esa revolución
democrático-burguesa
“a su modo” sea el primer tramo, la antesala, la primera etapa, o
como se diga, de una revolución
socialista.
Esa
es la esencia del planteo arismendiano. O sea; que esas carencias o
debilidades o dificultades de nuestra clase, el proletariado, para
poder hacer “inmediatamente” la revolución socialista, pueda ser
suplida por una alianza, frente, etc. con una burguesía democrática,
nacional, antiimperialista, o un sector de ella, o una capa, o algo
por el estilo. Soy intencionalmente impreciso porque en los planteos
de toda esa franja de corrientes hay matices- Y en Arismendi, a lo
largo de los años, también.
¿Por
qué ese sector o parte o sub-clase burguesa haría eso? Porque es lo
que corresponde -según
esa teoría-
a las “tareas históricas” de la burguesía, aunque en algún
sentido no las
quiere o no las
puede hacer, como bien lo dice Arismendi también en las citas
seleccionadas por Alexis. Hay
que hacer que la burguesía lo haga.
El
proletariado puede tal
vez cumplir
allí
una
tarea fundamental, dirigente, hegemónica. Puede
por ejemplo ocupar la fábrica y ponerse a producir. Pero
“la fábrica” es la fábrica burguesa.
La
producción, el
diseño, los
contratos, la compra de materia prima y fuerza de trabajo, la venta
del producto, la forma de trabajo, la gerencia, todas
esas cosas sufren
modificaciones “parcialmente anticapitalistas”, pero sigue siendo
la fábrica capitalista.
Y en gran parte no es
que siga
siendo
sino que empieza
a ser, porque se trata de completar una etapa de desarrollo
capitalista que no ha podido realizarse. (Esto
es más que una metáfora, lo hemos podido ver en concreto en muchas
de las fábricas recuperadas y los problemas ulteriores que tuvieron,
exactamente así, por
heredar el formato que dejó el patrón, pero
por supuesto que eso queda fuera del tema de
hoy,
lo tomamos entonces solamente como metáfora).
A
eso
llamo llevar el concepto de revolución democrático-burguesa al
límite, o sea sacar de él, o intentar sacar, el mayor jugo que dé.
Pero
es la revolución democrático-burguesa como hecho histórico y
necesario. En
esa idea está Lenin, el Lenin de 1905 y lo que sigue, pero no
el Lenin de 1917 y lo que sigue.
Hay
que tener eso en cuenta cuando hablamos de “bolcheviques” y
“mencheviques”.
El
caso es que esa expectativa de una
revolución
democrático-burguesa, agraria, etc. no
se cumplió en absoluto.
El
sistema autocrático
zarista con todos sus resabios feudales se derrumbó, pero el
proletariado ruso no encontró ningún aliado burgués para llevar
adelante esas tareas. Eso no
hizo desaparecer
las dificultades, el atraso, la falta de desarrollo de la clase
obrera, y todos los problemas que se habían previsto: por
el contrario, se
agudizaron.
Hubo,
en esas condiciones muy difíciles, una revolución en
contra
de toda la burguesía. No se encontró ningún sector de la clase
burguesa que aceptase la dirección de la clase obrera. Es
por eso que esa calificación, revolución democrático-burguesa,
quedó en revolución
democrática
a secas.
¿Qué
es, entonces,
una “revolución
democrática”? Una
revolución democrático-burguesa que no es burguesa.
En
el caso ruso que nos ocupa individuos que abandonasen esa clase, ya
fuesen miembros de ella o de sectores sociales subsidiarios que son
sus instrumentos, y se plegasen a la revolución en contra de esa
clase, sí, los hubo y muchos. Cumplieron un papel muy importante y
también fueron uno de los elementos de un problema que sobrevendría,
pero no nos adelantemos.
De
cualquier manera no pasa por ahí. No
rechazamos las
alianzas.
“Pueden
venir cuantos quieran que serán tratados bien, y los que estén en
el camino bienvenidos al tren”.
Pero
eso hablará en todo caso de la forma o estilo en que queremos hacer
las cosas, no de lo que queremos hacer. Ni individuos, ni sectores,
ni grupos, ni clases enteras o los 7 mil millones, no rechazamos a
nadie, ni alianzas, ni aportes, ni ideas de otros orígenes. Pero los
aliados que suben en el camino no definen el rumbo del tren.
Tener
algún aliado burgués eventual en la revolución socialista es una
cosa, que la revolución socialista tenga un tramo inicial en que se
hagan concesiones necesarias es una cosa. Pero que la revolución
tenga un carácter burgués, o parcialmente burgués debido a la
estructura social y la época histórica que se vive es algo
completamente diferente. Una revolución burguesa anti-burguesa.
Tampoco
es esto “un problema de dirección”, ¿no
aprendimos nada de la historia? El problema no es si la dirección la
tiene “la clase obrera” (menos aun “su partido”) y no deja
que los otros se metan en la cabina (“dictadura del proletariado”).
Eso no quiere decir absolutamente nada. Y antes bien, plantear las
cosas en términos de “quién conduce” es el primer paso hacia el
descarrilamiento.
Vamos
a plantear aquí las cosas en forma muy resumida porque es eso, el
planteamiento. Después entraremos a desarrollar los distintos
aspectos.
Como
dijimos, partiendo de una base común a un amplio espectro de
corrientes políticas, las cosas se diferencian. Caracterizaremos
tres franjas muy amplias que albergan también diferencias internas,
también hay posiciones intermedias y cruzamientos, esto es un
esquema muy burdo.
A)
Kautsky, los mencheviques, los bolcheviques antes de 1917, los
estalinistas, Rodney, y también Pepe Mujica, tienen muchas
diferencias entre ellos. Pero todos comparten una idea: para llegar
al socialismo PRIMERO la burguesía (o un sector de la
burguesía) debe completar sus tareas históricas, de
una forma u otra. Hay que completar el desarrollo capitalista en la
periferia.
B)
Otro grupo de corrientes, con grandes diferencias entre sí, tienen
pese a ello algo en común. Los bolcheviques entre el 17 y el
estalinismo, Trías, Trotsky y algunos trotskistas (también en esas
tiendas pasa eso de “como lo veía Trotsky en tal año...”), y
otros muy diversos, piensan que esas tareas históricas deben ser
realizadas, pero NO POR LA BURGUESÍA ni por ninguna
alianza con la burguesía. Deben ser hechas, contra toda la
burguesía, por la clase obrera y otros aliados cercanos que no
incluyen, en la definición, ningún sector burgués (que venga por
allí algún burgués es, como ya dijimos, otra cosa). Es decir, ese
desarrollo carente en la periferia debe completarse por fuera
del capitalismo.
Sin
embargo en general conservan (al menos parcialmente) la misma
definición de esas tareas históricas. Son las tareas que en otra
época y escenario cumplió la burguesía, pero no cumplirá
aquí y ahora.
Para
los “A” es una ventaja, para los “B” un escollo. Una ventaja
porque esa incapacidad de la burguesía le abre la puerta al
proletariado para cumplir las tareas pendientes, o un escollo porque
está allí, a decir de Trotsky, “la sombra de la burguesía”.
C)
Pero hay otra franja de corrientes que NO CONSERVAN esa
definición de tareas, dicen que no hay que realizar en absoluto esas
llamadas “tareas históricas de la burguesía”, no hay que ir por
ese tramo. Es lo que se conoce como “crítica a la modernidad
capitalista”, o crítica al “productivismo”. Benjamin puede
haber sido un adelantado de estas posiciones.
Probablemente
Alexis esté más o menos de acuerdo con este esquema, pero saca a
Arismendi del grupo “A” y lo pone en “B”. Si fuese sólo eso
importaría muy poco.
Antes
de seguir vamos a mencionar ese concepto de “semifeudal”. Hay
toda una discusión al respecto. ¿De qué se trata? Vimos ese pasaje
en que se pone el ejemplo de China, no puede menos que llamar la
atención.
¿Qué
tienen de común Uruguay y China, aparte de ser todos “orientales”?
Lo
que tienen en común no es lo que son sino como
se los ve desde la óptica eurocentrista. Y es la óptica
eurocentrista en el marxismo eurocentrista lo que ve allí es
“feudalismo” porque la historia no puede explicarse de otra
forma. Más curioso es eso de “semifeudal” y “semicolonial”,
porque las condiciones de feudal y colonial son mutuamente
excluyentes en la historia real.
Tomemos
a todos los partidos comunistas oficiales (o no oficiales, en esto
son más o menos lo mismo) de TODOS los países de Asia y veamos cómo
ven la periodización histórica de su
propio pais,
Yo
no conozco un
caso en que haya habido en
Asia (según
ellos)
en algún lado y en algún momento de la historia un “modo
de producción asiático”.
En
todos los casos es:
comunismo
primitivo, esclavismo, feudalismo, capitalismo...
Arismendi
es hábil en las ambigüedades. Una confusión común es el tema de
la “velocidad” de la transición al socialismo, y Alexis se
detiene en este punto, y toma para ello el caso cubano. Veremos esto
a continuación.
Ahora
bien, todo esto es un tema complejo, me va a tomar tiempo. Hay dos
razones por las cuales prefiero hacerlo en pasos cortos y no todo de
un saque, aunque lleve tiempo y sea tal vez más difícil de seguir.
1.-
Arismendi no es cualquiera, y además cambió parte de su formulación
a lo largo de su vida, aunque trató de que pasase desapercibido. Y
yo, como dije, no soy un experto.
2.-
Arismendi está muerto, no puede contestar, y hay que ser estrictos
en respetar su pensamiento.
[1] Esta es la SEGUNDA PARTE de la respuesta a:
La
concepción de Rodney Arismendi sobre las vías al socialismo. Alexis
Capobianco, Hemisferio Izquierdo, noviembre
1917:
https://www.hemisferioizquierdo.uy/single-post/2017/11/21/La-concepci%C3%B3n-de-Rodney-Arismendi-sobre-las-v%C3%ADas-al-socialismo
Una
primera parte fue publciada en Hemisferio en
diciembre:
https://www.hemisferioizquierdo.uy/single-post/2018/01/12/Sobre-Rodney-Arismendi-%C2%BFf%C3%B3rmulas-de-pizarr%C3%B3n-o-la-pelota-en-la-cancha-parte-1