Putin - rehén del Donbass y Crimea  
>Alexander Rybin 

[ Aclaración: El 22 de noviembre difundimos una nota publicada ese día en Rabkor.ru de este mismo autor sobre la situación en Lugansk, en el que se denuncia el papel del jefe de gobierno Plotnitsky, sobre el cual decía este autor: "
No me hago ilusiones de que alguien pueda derrocar a Plotnitsky". Esta es la nota:
En Lugansk no está todo en calma https://n0estandificil.blogspot.com.uy/2017/11/en-lugansk-no-esta-todo-en-calma-rybin.html
Dos días después las noticias informan de un "golpe de estado" en Lugansk, y huida de Plotnitsky
Esta nota actual de Rybin, obviamente, es anterior a esos hechos, pero muy importante para ver el contexto. Sin duda habrá ampliaciones, las que seguiremos de cerca 
Es asombroso el final de esta nota ]
 
La nominación de Putin para participar en las elecciones de 2018 se retrasó. Ya aparecieron muchas bromas sobre este tema. El 11 de noviembre, Putin una vez más, durante una conferencia de prensa en Astana, dio respuesta a la pregunta: "¿Cuándo serás nominado?" "Llegará el momento, ya hablemos de este tema", eso es todo lo le dio la cabeza.

Aparentemente, una de las razones principales por las que Putin aún no ha sido nominado oficialmente como candidato es una situación muy inestable con Donbas y Crimea. No hay acuerdos claros sobre Donbass, no hay reconocimiento de Crimea por sus "socios occidentales". El Donbass y Crimea son el medio por el cual Occidente puede influir activamente en la situación preelectoral en Rusia. Sobre la nominación de Putin y su campaña electoral, Occidente puede responder con desestabilización, ataques sangrientos en el Donbass y nuevas discusiones a nivel internacional sobre el estado legal de Crimea.

Siria, para los habitantes de Rusia, ya está aburriendo. Esto lo reconocen incluso los sociólogos pro régimen. Según un estudio realizado por el instituto analítico Levada Center, solo el 30% de la población quiere que el Kremlin continúe apoyando a Bashar Assad en la guerra siria. El 49% cree que es necesario abandonarlo inmediatamente, y el 21% encuentra que es difícil responder. Estos son los resultados publicados en septiembre de este año. Incluso si la propaganda estatal antes de las elecciones comienza a llenar el aire con informes victoriosos sobre el tema de Siria (y estoy seguro de que lo hará), no jugará un papel importante, no causará una gran impresión en los ciudadanos rusos.

Además, había una razón que deja de ser justificable,
por la cual Putin envió al ejército ruso a Siria: la lucha contra los terroristas en los frentes lejanos. Cuanto más cerca del fin está "estado islámico" (llamado "IG" en Rusia), más actos terroristas comenzaron a ocurrir en territorio ruso. Masacre en Surgut, una explosión en el metro de San Petersburgo, bombardeos de policías en Daguestán... Incluso en Osetia del Norte, donde los radicales islámicos no han sido visibles durante muchos años, ha habido al menos un tiroteo con activistas. Menos que los radicales religiosos continúan activos, sus amenazas no disminuyeron. Y más aun, Ramzan Kadyrov [jefe de la república de Chechenia] devuelve una y otra vez a Rusia a las llamadas "esposas del IG" (ningún país europeo ha decidido dar ese paso, aunque tienen programas más serios para la rehabilitación e integración de antiguos criminales). Está lejos de ser, que todas las "esposas de la IG" fuesen a los territorios del califato obligadas, algunas lo hicieron conscientemente, a Mosul o Rakka.

La pregunta que surge naturalmente: ¿por qué está el ejército ruso en Siria? Desde el punto de vista de la estrategia moderna de política exterior rusa, tal comportamiento es inexplicable. Porque no hay estrategia. 


Pero es comprensible desde el punto de vista de la estrategia de la política exterior iraní: los iraníes en realidad quieren crear una confederación chiita desde Teherán, a través de Iraq y Siria, hasta el sur del Líbano, donde el poder está centrado en el movimiento chiita Hezbollah. Fue el general iraní Kasem Suleymani quien visitó Moscú dos veces antes de que los líderes rusos anunciaran su entrada en la guerra siria. Y ahora, el "amigo Erdogan" está muy interesado en la mediación de Moscú para resolver la situación en Siria. E Israel está interesado en que el Kremlin influya en Bashar Assad y no le permita transferir nuevas armas a los chiítas libaneses. En general, es comprensible el interés de los jugadores regionales en la presencia del ejército ruso en Siria. Para qué es necesario para los ciudadanos de Rusia, si partimos del hecho de que una estrategia desarrollada por el país no existe en absoluto, es incomprensible.

A Siria se la usa solamente para mostrar en los medios la imagen de "pequeña guerra victoriosa". Para empezar, la guerra no es tan pequeña: dura más de dos años, el número de víctimas entre los ciudadanos rusos, aparentemente, ya llega a cientos. Y en cuanto a la cuestión de su carácter victorioso: la liberación de los pueblos y ciudades sirias de IG no significa que la organización terrorista haya sido destruida. Por el contrario, es más probable que se acerque ahora a las fronteras rusas, por ejemplo, a Afganistán.


Por lo tanto, si Putin decide en este momento la retirada del ejército ruso de Siria, en términos de Rusia esta decisión no despertará mucho interés, y en la carrera es poco probable que afecte críticamente el puntaje de Putin.
Otra cosa es con Donbass y Crimea. Crimea ya es parte de Rusia. El Donbas lo fue, y por los gritos de propaganda en Kiev y Moscú, se siente parte de Rusia y cuenta con su apoyo. Y, lo más importante, hay una guerra en Donbas, lenta y de posiciones, pero en cualquier momento Poroshenko puede dar la orden y habrá un desastre sangriento. Y luego Rusia tendrá que hacer algo. Todavía no se pueden descolgar las fotos de cohetes lanzados desde vehículos en algún lugar del desierto sirio.

A pesar de las reuniones de Vladislav Surkov [empresario asesor de Putin], con el representante del gobierno de EEUU para Ucrania Kurt Volker, a pesar de las reuniones entre representantes de los ministerios de relaciones exteriores de Rusia y Estados Unidos, no hay una posición clara de Occidente con respecto al cese de hostilidades en el Donbass y reconocimiento del estado de Crimea.

Putin personalmente ya hizo una señal a "ese lado" al llamar (¡por primera vez durante la guerra!) a los jefes de gobierno de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk,Alexander Zakharchenko e Igor Plotnitsky. Los expertos sobre temas ucranianos y los refugiados entrevistados llegados a Rusia creen que ese llamado de Putin es una señal en el sentido de "si no se toman medidas en el marco del acuerdo de Minsk, entonces puedo reconocer a las repúblicas DNR y LNR".


Es cierto,la brutalidad de Putin me despierta muchas dudas. No alcanza acá con posar con el torso desnudo en Tuva [alude a una foto de Putin con un gran bagre que supuestamente había pescado] ni con preguntas de periodistas cortesanos.. El reconocimiento de las Repúblicas de Donesk y Lugansk es la garantía más obvia de un mayor deterioro en las relaciones con Occidente, y por lo tanto es una amenaza automática a los activos fuera de Rusia de los oligarcas del "clan Putin".

En los medios estadounidenses, en estos días apareció la información de que Trump podría aprobar el suministro de armas letales para el régimen de Poroshenko, Ucrania . Si las entregas tienen lugar, la probabilidad de un agravamiento de la situación en el Donbass aumentará. Sería mayor la probabilidad de una ofensiva a gran escala buscando una "solución final" a la cuestión de Donbas. Por supuesto, a Poroshenko poco le importa cuántos miles de personas tendrá que desplegar el ejército para cortar la comunicación del ejército entre Lugansk, Donetsk y la frontera rusa (si esto se consigue, será solo cuestión de tiempo para que las repúblicas sean completamente "liberadas de los separatistas").

Para el Kremlin, la solución más ventajosa al problema de Crimea-Donbass es el "drenaje" de Donbass a cambio del reconocimiento internacional de Crimea como parte de Rusia. Pero este intercambio no ocurr


Para Occidente, ambas regiones son cartas de triunfo en el juego contra Moscú, por la capacidad de influir en los "asesores" del Kremlin y en la situación dentro de Rusia. 

Crimea se ha convertido en todo un mito, y ya es imposible que sea devuelta a Ucrania, algo así sería un suicidio político para el régimen ruso actual. La situación en el Donbas sin embargo ha sido silenciada por la propaganda estatal en Rusia, y es aun más discutible que la guerra en Siria. Y un agravamiento armado a gran escala afectará necesariamente las regiones fronterizas de Rusia: con refugiados, e incluso proyectiles "casuales", como en 2014.

Imaginemos una situación hipotética, un par de semanas antes de las elecciones presidenciales de marzo de 2018, comienza
en el Donbas una ofensiva a gran escala del ejército vasallo de Kiev. Miles de muertos y heridos, militares y civiles. Los periodistas extranjeros lo cubren activamente y le hacen preguntas al Kremlin: ¿qué van a hacer, dejarán a los habitantes de Donbass sin ayuda? La misma pregunta surge en la mente de los ciudadanos rusos.

El candidato Putin no podrá ignorar la situación y salir con "ellos mismos lo resolverán". Será necesario hacer algo. ¿Y qué hacer? Cualquier movimiento empeorará su situación: dentro de Rusia, o en las relaciones con Occidente. O ambos a la vez.

Pero mejor no pensar en eso todavía. Es muy aterrador.

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