El jaque de la LUC – 5

Una opinión personal
Notas previas en esta serie aquí : 1, 2, 3, 4

5. No podés mover esa pieza

Los temas que hemos tratado hasta ahora en esta serie sobre el referéndum contra la LUC, son estos: 

1. Cuanto el enemigo más nos acuse de fines políticos, tanto mejor.
2. Hoy esto es a pesar de la burocracia; no en contra de, todavía.
3. El SÍ nos beneficiaría en todos los terrenos. El NO no nos daría nada.
4. La burocracia se mimetiza con el enemigo, necesitamos hablar con nuestra propia voz.

Estos son elementos para ir definiendo una táctica, aunque faltan. Hay dos planos, la táctica general de la campaña contra 135 artículos, y la táctica específica de quienes estamos contra toda la LUC, contra todo el programa reaccionario y contra la conciliación que ha implicado e implica ese sesgo de la campaña. Y podría pensarse que conceder más importancia a una cuestión va en detrimento de la otra. Así:

> Si es muy importante el objetivo de ganar el referéndum, la diferenciación perjudica.
> Si importa combatir la burocracia político-sindical, sumarse a la campaña es hacerles el juego. 

Nuestra idea es a revés, la mejor orientación en esos dos planos tácticos llevan a lo mismo. Lo mejor en la gran corriente es lo mejor en la contracorriente. No es tan raro como suena, pero lo veremos más adelante. Antes, ubiquémonos mejor en el terreno.

La lucha del referéndum contra la LUC es un punto CRUCIAL en la lucha general de la coyuntura. Esto, que es fundamental para definir una táctica, surge de los mismos hechos. Vamos ver un ejemplo demostrativo.

Dentro del programa reaccionario global que lleva adelante el gobierno “multi” un punto fundamental es la reforma regresiva de la seguridad social.

Los problemas del actual sistema de previsión social han sido provocados por la propia política neoliberal de este gobierno y los precedentes; este los ha acentuado: baja de aportes patronales que pagan hoy la mitad de lo que pagan los trabajadores, exoneraciones a las empresas, y hasta el no aporte del personal extranjero en las zonas francas, etc. La “solución” que en su momento pusieron, las AFAPs, empeoraron la situación de los trabajadores y resultaron una carga parasitaria. Y el envejecimiento relativo de la población del que hablan es una consecuencia estructural del empobrecimiento y de la falta de oportunidades para lo mejor de las nuevas generaciones.

Esto es consecuencia de las políticas capitalistas, que no tienen ninguna perspectiva de solucionar siquiera sus propios problemas. Y por su orientación de clase no harán sino agravarlos. No tocarán las AFAPs por más que hayan fracasado, no tocarán los privilegios militares por abrumadores que sean, ni las intereses de las patronales. La reforma que impulsan es recargar más los aportes de los trabajadores, alargar la edad de jubilación, disminuir las jubilaciones, quitar prestaciones. Están forzados a hacerlo, las instituciones financieras internacionales lo exigen, y la dependencia financiera y comercial cada vez más remarcada no les deja otra.

Sin embargo está muy claro que la resistencia popular será muy grande. Lo marcan claramente las encuestas de opinión y toda la tradición del movimiento social. Esta resistencia ha sido amortiguada porque han conseguido la colaboración parcial de la burocracia política y sindical del aparato FA-PitCnt, al punto que la creación de la Comisión de expertos en la LUC no fue objetada dentro de los 135 artículos. Y con el daño ya hecho ahora hasta pudimos ver al Turco Abdala en la concentración del paro del 15 de setiembre gritar “¡No a las AFAPs!”. Considerando que en 15 años de gobierno del FA ni se tocaron, se puede pensar que eso es pura demagogia. Pero no está ahí el quid del asunto.

Lo que importa es que las 800 mil firmas contra la LUC fueron logradas, y es una certeza que la Corte Electoral convocará en noviembre al referéndum para el próximo otoño. Y el que esa parte de la LUC pueda ser efectivamente derogada por una mayoría ciudadana, ha puesto en vilo al gobierno. Sus próximos pasos están condicionados por el resultado del referéndum.

Han dado largas, todo lo que pudieron, a la presentación del informe de la Comisión de expertos. No pudieron demorarlo más y ahora presentan su proyecto de ley. Demorarán el tratamiento parlamentario, receso mediante.

Y esta es la metáfora que da título a nuestra serie. El referéndum ha puesto en JAQUE al gobierno. ¿Querés mover esa pieza, estás ansioso, apurado, es muy importante para vos? Pues no podés, antes tener que zafar del jaque.

Eso podría hacerse de varias maneras, según la situación: A veces se puede mover el Rey a algún lugar no amenazado, si se lo encuentra. A veces interceptar la amenaza, si hay algo que se pueda poner en el medio. O capturando la pieza que amenaza, eso sería la forma más conveniente. En este caso eso sería que ganase el NO. El Rey seguiría tranquilo y el adversario perdería esa pieza con la que amenaza. El bando jaqueado seguiría luego con su plan, y además con ventaja. 

Si pasará eso o no, está por verse.

La importancia de esta campaña derogatoria, por lo tanto, viene dada no sólo por el aspecto en sí mismo de los 135 artículos. Viene dada por la forma en que interactúa con todos los elementos de la coyuntura. El gobierno le da una enorme importancia a la reforma regresiva de la seguridad social. Pero para llevarla adelante y correr todos los riesgos que esto implica necesita tener el camino despejado.

En concreto: Si el parlamento aprueba esta reforma regresiva (cosa que hará) una posible respuesta del movimiento social sería (y ya se ha planteado) impulsar una reforma constitucional para revocar esa reforma, pero además, instaurar así una reforma progresiva de la seguridad social y mecanismos constitucionales que tranquen nuevos intentos regresivos, del gobierno que sea. Ya hay un antecedente, la reforma constitucional de 1989 que implantó el actual sistema de cálculo de las jubilaciones atado al Índice Medio de Salarios. Fue una forma de sortear algunos mecanismos abusivos, no todos, que deterioraban sistemáticamente las prestaciones jubilatorias. El SÍ obtuvo más del 72% sobre una participación de casi el 80% de los electores.

Y en este caso, si hay una reforma regresiva (la habrá) y una respuesta popular convocando a un plebiscito constitucional (la habrá) es absolutamente obvio que el antecedente del referéndum contra la LUC, que recién habrá salido del horno, tendrá un peso gigantesco en la campaña. Si gana el SÍ, contestar a la reforma de la seguridad social con un proyecto derogatorio y dando además otros pasos progresivos tendrá un impulso mucho mayor. Incluso una mayor audacia en esos pasos progresivos complementarios.

Y por supuesto, como ese plebiscito contra una muy resistida reforma de la seguridad social tendría lugar junto con las elecciones nacionales, el panorama político estaría muy marcado por esa circunstancia. Acentúa el riesgo para el gobierno.

Es absolutamente forzado entonces que el gobierno “multi” no pueda dar un paso antes de zafar del jaque.

Con esto hemos querido mostrar la importancia crucial que tiene el referéndum contra la LUC, y su resolución. No sacando teorías del cajón, mirando el tablero.

Y por eso consideramos equivocadas las posiciones de algunos compañeros que subvaloran la importancia de esta movida. De ese análisis nos ocuparemos. Pero es simple la cosa.


Miren el tablero.


(Continuará)


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